LA RAZA

La raza bovina Asturiana de los Valles presenta un carácter muy apacible y resulta ideal para su cría en condiciones extensivas, desenvolviéndose bien en terrenos accidentados y soportando perfectamente temperaturas extremas. 

Las vacas de esta raza son mansas, buenas madres, paren sin dificultad y destetan terneros de pesos elevados con buena conformación. Su extraordinaria capacidad de cría quizás sea una reminiscencia de su antigua utilización como vaca lechera.

El carácter culón

La raza Asturiana de los Valles está especializada en la producción de carne. Para este fin cuenta con un buen formato, gran capacidad de transformación de alimentos y notable velocidad de crecimiento.

Son muy frecuentes los animales de tipo culón (hipertrofia muscular hereditaria), los cuales presentan un desarrollo muscular extraordinario debido al aumento del número de fibras musculares y, por tanto, muestran una clara superioridad desde el punto de vista carnicero.
Esta superioridad se concreta en un mayor rendimiento a la canal, mayor proporción de músculo, menor proporción de hueso y mucha menor proporción de grasa. 

Morfología

Los animales de raza Asturiana de los Valles son de tamaño medio, están provistos de buen desarrollo muscular y esquelético, alcanzando pesos de 600 kilogramos en las hembras y 1.000 kilogramos en los machos adultos.

La capa es castaña con tonalidad variable que puede ir desde un amarillo pajizo muy pálido hasta un castaño rojizo, con degradaciones cremosas en la cara interna de las extremidades, bragada y en la orla del hocico. En los machos la capa es más oscura en general, con abundantes pelos negros en cuello, papada y tercio posterior.

La cabeza es de mediano tamaño, está bien proporcionada y es ancha en la base de los cuernos. Frente plana con perfil recto o ligeramente subconvexo. Nariz ancha y achatada con amplios ollares.

Las orejas son pequeñas, revestidas interiormente con pelos claros y oscuros en los bordes.

Los ojos son de expresión tranquila, salientes y grandes, rodeados de halo más claro que el color de la capa.

Los cuernos tienen la pala de color blanco y el pitón negro, nacen en la línea de prolongación de la nuca hacia fuera y luego hacia adelante, arriba y atrás.

El cuello es corto, musculado y bien insertado con la espalda, papada medianamente desarrollada, y pliegues de la piel poco numerosos.

Las espaldas son largas, bien dirigidas, aceptablemente musculadas, bien unidas al cuello y adaptadas al costillar.

La línea dorso-lumbar es recta o ligeramente ensillada, ancha, plana y musculosa.
El nacimiento de la cola es horizontal o ligeramente alto.

Extremidades fuertes de longitud media, bien musculadas en sus partes superiores. Piernas redondeadas y largas, cañas de mediana longitud, rodillas y corvejones bien proporcionados no muy gruesos, cuartillas cortas y correctamente inclinadas.

Ubre de buen desarrollo y conformación, con pezones grandes de color rosado.

Los párpados, hocico y zona anovulvar son siempre de color negro o pizarra oscuro, así como el borlón de la cola, rodetes coronarios y pezuñas.
 
 
Es característica de la raza una mancha también negra más o menos pronunciada bajo los ojos (ojera).